Tiene pinta de no haber roto un plato en su vida y no es tan alto como aparenta en la pantalla, pero es muy educado, sonríe ampliamente y bajo su camiseta se intuyen los abdominales más codiciados de Hollywood, conseguidos a base de mucho gimnasio y una estricta dieta de batidos de proteínas y mucha carne roja. Taylor Lautner, el hombre lobo de la saga ‘Crepúsculo’, concede una entrevista exclusiva al suplemento Pantalla Semanal, que cada viernes se vende juntamente con EL COMERCIO y LA VOZ DE AVILÉS por sólo 0,20 euros más.
No tiene nada que ver con aquel Jacob, casi infantil, que apenas asomó el hocico en cuatro escenas de la primera película de la saga. Hoy, a punto de estrenar ‘Eclipse’, el tercer filme de la franquicia, ese jovencillo ya tiene hechuras de armario ropero, pero sigue manteniendo un aire tímido que no se corresponde con su fama bien ganada de superestrella de Hollywood.
Lautner niega que haya ningún tipo de rivalidad con el otro protagonista de ‘Crepúsculo’, Robert Pattinson («Somos muy amigos. Por eso nuestras escenas son las más complicadas. Cinco segundos antes de empezar a rodar estoy muriéndome de risa con él y al instante tengo que odiarle a muerte. Pero es muy difícil odiar a Rob, porque es muy buen tío»). Confiesa que hasta ahora ningún fan le ha molestado («Los fams demuestran su pasión de diferentes modos y yo lo acepto. Además, soy consciente de que yo no soy su objeto de deseo, sino Jacob, mi personaje«). Reconoce que ligar con chicas le cuesta un poco («Ligar ahora es exactamente igual de difícil que antes»). Y afirma que los seis millones de dólares que cobra por película no le han convertido en un adolescente caprichoso («En los últimos años sólo me he comprado un ordenador, porque el que tenía ya no se enciende. Conduzco el mismo coche desde los quince años y aún no me he comprado una casa porque no tendría mucho sentido comprarme algo grande y extravagante para no disfrutarlo por estar trabajando»).
Además, en el 50 aniversario de su estreno, recopilamos las cinco claves que hicieron de ‘El apartamento’, la obra maestra de Billy Wilder, una película mítica en la América de los años 60.
Y charlamos con Robin Wright que regresa a la gran pantalla con ‘La vida privada de Pippa Lee’, una historia escrita y dirigida por Rebecca Miller que narra las desventuras de una devota esposa que ve tambalear su matrimonio por culpa del psicoanálisis y de una mujer más joven. Robin asegura que el papel de Pippa Lee es «el mejor que le han ofrecido en su carrera» y que, después de su divorcio de Sean Penn, le están ofreciendo «papeles con más carne, más sabrosos» y que, pese a haber estado casi 20 años casada con él, nunca le molestó que hablasen de ella como la 'mujer de': «Nunca me molestó porque era una realidad. Pero eso nunca me limitó».
Y esta semana, sin regalos ni concursos, todos los lectores de Pantalla tienen un regalo especial en la revista: un bono para conseguir una entrada de cine por sólo 3,90 euros.
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